Definiciones, modelos y límites

Muchas conferencias y currículums comienzan con una definición: Entre las utilizadas frecuentemente en WONCA encontramos:

  • Un Médico especializado en tratar con la población a lo largo de toda su vida.
  • Un Médico generalista que puede tratar todo tipo de problemas de salud en el momento y en su marco comunitario
  • Ofrece un servicio completo, accesible, focalizado en una Comunidad específica que permite continuidad a lo largo del tiempo y una asistencia centrada en la persona – no solamente en los campos específicos de una parte del cuerpo o de enfermedades concretas. [1]

En todo el Mundo, he visto tres amplios modelos de Medicina Familiar:

  • El Médico que ejerce de forma individual, con una lista de pacientes que no necesariamente viven cerca de la consulta (en esos casos suele haber otro miembro del personal que le apoya). La relación personal con los pacientes y su dedicación en el tiempo tiende a ser fuerte, dado que este médico es el único responsable de sus pacientes.
  • Un Grupo de Trabajo, que consta de varios médicos, entre los que suele haber enfermeras y profesionales de asistencia sanitaria.
  • Un “departamento” u otro tipo de organismo institucional en un hospital junto con otros servicios especializados.

Pero, sea cual sea el modelo que haya, dentro de este debemos analizar las siguientes variables:

  1. Ámbito de práctica – Muchos Médicos de Familia no están utilizando todos los conocimientos de su especialidad en su marco de trabajo o en su práctica médica. Por ejemplo, en el Reino Unido, los Médicos de Familia están formados para visitar a adultos y a niños, también para realizar rutinas ginecológicas y para tratar problemas de salud de los hombres y las mujeres – sin embargo, en algunos países los Médicos de Familia solo visitan a adultos, o no se dedican a la contracepción ni hacen chequeos con citologías cervicales.
  2. En proporción con una población – Algunos sistemas no incentivan el registro o la continuidad con el Médico de Familia. Los pacientes suelen cambiar de proveedores frecuentemente, o evitan la Atención Primaria para ir directamente al especialista hospitalario. En algunos países, puede ser que los Médicos de Familia vayan manteniendo un registro, pero este no tiene por qué estar en relación con su localización geográfica. Una Práctica Clínica que no tiene continuidad con sus pacientes a lo largo del tiempo no puede fácilmente aplicar programas preventivos ni identificar necesidades en salud no satisfechas o realizar un buen seguimiento de enfermedades crónicas. Además, una lista de pacientes que no esté ceñida a un ámbito geográfico hace difícil el trabajo con otras entidades (líderes comunitarios, servicios sociales, etc.).

¿Esto importa? Yo creo que sí, al menos a nivel del “sistema”. Mientras que las circunstancias individuales y las oportunidades pueden variar, un sistema sanitario que no implementa todo el ámbito de la Medicina de Familia es probable que sea menos coste-efectivo. Un médico que no pueda hacer una primera valoración ante la mayor parte de las dolencias no podrá supervisar a los Residentes de Medicina Familiar que necesitan aprender a ver una gran variedad de pacientes y de casos.

Los médicos que trabajan por su cuenta pueden elegir realizar una labor específica en un trabajo que tiende a aparecerse menos a la Medicina Familiar. Pero tampoco hace falta que seamos capaces de exponer toda la gama de contrastes de nuestra disciplina en cada país para pedir que sea globalmente entendida y totalmente utilizada.

Para aquellos países “en vías de desarrollo”, en los que esto todavía no es posible, es importante tanto ser capaces de mostrar modelos piloto a los que seguir y en los que se aplica una Medicina de Familia real (como en el caso de la definición del principio de este artículo), como poder analizar honestamente y de forma analítica cómo serían las cosas si el global de la ideología de la Medicina Familiar se implementara totalmente en el sistema. Al menos de esta forma podremos comparar nuestra realidad actual con la de un futuro mejor. También es importante dejar todo esto bien claro cuando los gobiernos o inversores proponen cambios en el sistema. ¿Aumentará nuestra habilidad para combinar promoción en salud, prevención, chequeo y la crucial asistencia crónica a ciertos grupos de pacientes a lo largo de su vida?, o, más bien, ¿estas propuestas de cambio provocarán una mayor fragmentación y reducirán el ámbito de nuestra práctica?

Debemos defender constantemente los principios de la Medicina de Familia y asegurarnos de que siempre trabajamos para mejorarlos.

 

[1] http://www.woncaeurope.org/sites/default/files/documents/Definition%20EURACTshort%20version.pdf

 

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Amanda Howe

Presidenta Electa de WONCA

Traducción del original en inglés