La publicación en JAMA de la editorial Will the FDA’s New Tobacco Strategy Be a Game Changer? abre la discusión sobre que estrategias pueden ser útiles para acabar con la epidemia del tabaquismo.

En USA se ha reducido de forma importante el porcentaje de fumadores, del 42 al 15 % de los adultos en los últimos 50 años, sin embargo el consumo de tabaco sigue siendo responsable de 1 de cada 5 muertes en USA por lo que creen necesario buscar nuevas estrategias además de las ya puestas en marcha (aumento precio vía impuestos, advertencias sanitarias, espacios sin humo, campañas sanitarias). Para ello, la US Food and Drug Administration (FDA) ha dado a conocer el año pasado su idea de disminuir el contenido de nicotina en los cigarrillos a niveles no adictivos. Si esta bajada de nicotina no consigue que dejen de fumar, al menos creen que los fumadores estarán más estimulados a cambiarse a cigarrillos electrónicos, evitando muchos productos tóxicos que se producen con la combustión del tabaco. Protecting American Families: Comprehensive Approach to Nicotine and Tobacco

imagen tomada de Jama twitter

La duda razonable es si podemos conseguir que los fumadores fumen menos o dejen de fumar reduciendo el nivel de nicotina en los cigarrillos, o quizás fumen más para compensar el deseo urgente de ingerir nicotina o craving. Un estudio de 2015 del New England Randomized Trial of Reduced-Nicotine Standards for Cigarettes apunta a que puede ser una estrategia útil. El estudio encontró que los fumadores asignados al azar a recibir cigarrillos de investigación hechos de tabaco con muy bajo contenido de nicotina (2,4 mg de nicotina o menos por gramo de tabaco), fumaban menos cigarrillos que los fumadores que recibieron cigarrillos hechos con la nicotina estándar a un nivel de 15.8 mg por gramo de tabaco. A raíz de este estudio, personas destacadas en el campo del tabaquismo abogan por esta vía Establishing a Nicotine Threshold for Addiction– The Implications for Tobacco Regulation.

La FDA, como organismo regulador del mercado del tabaco en USA, aún no ha dado el paso para obligar a la reducción de la nicotina en los cigarrillos. Y el debate se desplaza a la utilidad de los cigarrillos electrónicos para que los fumadores dejen de fumar o sustituyan el tabaco por estos dispositivos liberadores de nicotina. A tal efecto es significativo constatar que la industria tabacalera esta promocionando e invirtiendo en los cigarrillos electrónicos pensando que pueden ser un buen negocio sustitutivo. Y también lanzando dispositivos como el IQOS, un dispositivo que calienta el tabaco pero no lo quema, vendiéndolo como que al no inhalar sustancias toxicas con el humo son menos dañinos para la salud. El dispositivo IQOS(I Quit Ordinary Smoking), permite que el tabaco adquiera temperaturas que oscilan entre los 350-400 °C, muy lejanas a los 1000 grados que se necesitan en los cigarrillos manufacturados para que esta sustancia se queme. De esta forma no se produce pirolisis y, en consecuencia, el humo que se libera es portador de un menor número de sustancias tóxicas para el fumador. Sin embargo el IQOS no evita la presencia de sustancias tóxicas que son nocivas tanto para el organismo de los consumidores como para su entorno cercano. Y contiene nicotina (sustancia adictiva y con efecto en el sistema cardiovascular) y acenafteno, un hidrocarburo aromático policíclico que es carcinógeno, y monóxido de carbono. VER JAMA Heat-Not-Burn Tobacco Cigarettes Smoke by Any Other Name.

La esperanza puesta por algunos en los cigarrillos electrónicos parece que no tiene aún evidencia científica que la apoye de forma clara:

La industria del tabaco ha movido ficha y está abiertamente promocionando sus productos de no combustión como comentan en el BMJ Big tobacco’s new year’s resolution to quit smoking. Y pronto lo veremos en nuestro país. Parece que la industria del tabaco tiene remordimientos de conciencia y quiere salvar de la muerte a sus clientes, eso sí, haciendo que pasen por caja comprando sus nuevos productos que los promocionan como menos tóxicos.

Sobre la estrategias de reducción de daños ya hablamos en el blog ¿Es factible la reducción de daños en tabaco? El caso de los cigarrillos electrónicos. Y concluimos que la reducción de daños en tabaco se asienta realmente sobre pilares muy temblorosos. Hay distintos puntos de vista sobre el tema y una sola certeza como dice Fiore en la editorial del Jama con la que abrimos esta entrada: quiero que mis pacientes abandonen todos estos productos del tabaco y sucedáneos. Aunque el principal problema es la combustión del tabaco.

Que la clave de la epidemia está en la adicción de la nicotina se reafirma cuando se publican estudios como el reciente de Nicotine & Tobacco Research, What Proportion of People Who Try One Cigarette Become Daily Smokers? A Meta-Analysis of Representative Surveys. Los resultados procedentes de más de 215.000 encuestados nos indican que tres de cada cinco personas que prueban un cigarrillo se convierten en fumadores.

Artículo publicado en el Blog del Grupo de Educación Sanitaria y Promoción

de la Salud

 

Paco Camarelles