La aldea de Villa O’Higgins es principalmente conocida por ser el final de la Carretera Austral, mítica ruta chilena en la remota XI Región del Aysén. Encajada entre los Andes y los fiordos que desflecan la costa chilena, es conocida también como la capital de Los Glaciares. Su única salida posible por tierra es hacia el Norte –cruzando un fiordo en una barcaza- o navegar el Lago O’Higgins hacia el Sur y cruzar la frontera a Argentina caminando unos 30 kilómetros. Dicen que algunas avionetas aterrizan de vez en cuando en un viejo aeródromo cubierto por barro y maleza… El viento y la lluvia azotan con fuerza, y los cerros asoman nevados tras la tormenta una mañana más de este verano austral.

 

Caminando por el pueblo me encuentro con el cartel ‘POSTA DE SALUD RURAL’ y una camioneta aparcada fuera con pinta de ambulancia. Entro. Dentro me recibe el Doctor Camilo, un chico joven recién licenciado hace tan solo un año, me cuenta que dentro del programa de cualquier especialidad es necesario cumplir de 3 a 6 años de medicina rural, y que siempre se sintió atraído por los lugares más remotos. Me muestra el Centro, allí trabajan fijos la dentista, dos paramédicos y él. Además, con una frecuencia de una vez al mes aproximadamente vienen a pasar consulta enfermera, matrona y psicólogo. Aunque en algunos comercios del pueblo se pueden conseguir algunos fármacos básicos, hay una farmacia rudimentaria en Cochrane -paradójico nombre-, a 5 horas y un aleatorio ferry de distancia, y para medicamentos más complejos hay que desplazarse hasta Coyhaique, la capital regional, a 600 kilómetros de pistas de tierra y un día entero de viaje como mínimo, donde también está el hospital principal.

 

“En Patagonia, lo único que corre es el viento”, me dice con una mezcla de sarcasmo y resignación”.– “¿Y si viene una emergencia? – le pregunto.

– “Bueno, acá intentamos ser todo lo autosuficientes que podemos. La emergencia está bien equipada y podemos eventualmente desde estabilizar e intubar a un paciente inestable, hasta realizar una fibrinolísis si se precisara. Hay un avión para evacuaciones urgentes, pero no puede volar ni de noche ni con mal tiempo, así que si hay que evacuar inmediatamente es necesario realizar un largo y peligroso viaje por tierra y mar para todo lo que no pueda tratarse aquí, por eso intento ser todo lo resolutivo que puedo. No obstante, en un cupo de poco más de 500 pacientes, las urgencias reales son escasas, aunque ya me he tenido que ver en algunas…

Había varios pacientes esperando en la sala y ya no podíamos demorarnos más, le agradecí su tiempo y continué mi camino hacia el Sur reflexionando sobre qué diferentes, necesarias y mejorables son todas las realidades de la medicina rural.

 

 

Adrián Castellote es el representante de la semFYC en la red europea de médicos rurales y remotos de WONCA Europa, EURIPA. Actualmente, es el responsable de la salud de una expedición de 60 personas que navegan en la expedición “Cape to Cape” en un velero holandés que hace la ruta desde Tierra del Fuego hasta Ciudad del Cabo resiguiendo las costas de la Antártida. 

 

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